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"Chiqui". |
Todos hemos tenido experiencias con el mejor amigo del hombre, aquel animalito de cuatro patas que desde nuestra niñez se apoderó de nosotros. En casa paterna, ya en San Diego de Surquillo, luego del terremoto del 40, conocimos a "martha". No tengo la menor idea del porqué la bautizaron así. Sabía sentarse y hacer una serie de gracias que cautivaba a todos. Tuvo muchas crías y recuerdo a "víctor raúl", que nació defectuoso y, siendo mi familia anti aprista, le plantaron dicho nombre. Vivió muy poco.
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"Brandy". |
Pasada esta etapa no recuerdo otros nombres. Me casé y recuerdo que cuando vivíamos en la Unidad Vecinal Nro. 3, alguien nos regaló una hembrita a la que pusimos de nombre "chiqui". Tuvo cuatro cuatro perritos muy traviesos y con todos ellos, llegamos a Santa Isabel. Nos quedamos con sólo uno llamado "oso". La "chiqui", nuestra primera mascota, se escapó una tarde y no volvió jamás. Posiblemente alguien la halló y se la quedó porque era muy graciosa. Nuestra angustiosa búsqueda, fue vana. Una lástima.
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"Ringo Pocho". |
Aquí aparece el Dr. Juán Arias Remuzgo. Su primer paciente: "oso serván", cosa de mis hijos y mi querida esposa cuando fueron en busca de atención y sus primeras vacunas. Fue agradable conocer a este señor cañetano y cuya veterinaria funcionaba en la Av. San Felipe, de la ciudadela del mismo nombre. Estaba en sus inicios y poco a poco, adquiriendo más clientela, adquirió renombre y años después, inauguraba en la urbanización Luciana, un local moderno y dotado de lo mejor para los caninos.
Tendríamos para él una paciente de lujo. Mario Khann Robledo, médico amigo y gran profesional, nos visitó y obsequió una "Dóverman". Llegó cachorrita y con "pedigree" y toda su documentación. Juán Arias, no siendo torero, le cortó orejas y rabo. La verdad es que quedó una reyna. En recuerdo a nuestra primera mascota la llamamos "chiqui". Otra "serván" entre los pacientes de Arias Remuzgo. Creo que esta perrita fue más atendida que este "teclero" de Internet pero, valía la pena. Muy inteligente e inspiradora de respeto.
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"Fonzie". |
Llegó a tener entrenador, Don Victoriano, un domador que residía en Vitarte y que a los 5 meses la adiestró de tal manera, que obedecía con mucha disciplina. Fue única e inigualable. Un infarto la mató a los 8 años. Ese fue el diagnóstico del veterinario, Dr. Arias. En estos 37 años de residir en Santa Isabel, fueron llegando "ringo pocho", un labrador que recogió mi esposa. También "brandy", un "cocker spanish" y adoración de mis hijos. Finalmente, mi mejor compañero, "fonzie", un cazador que se casó conmigo.
Todos fueron pacientes del Dr. Juán Arias Remuzgo y pueden conocer sus historias veterinarias en su local moderno de Luciana. Tuve el gusto de amenizar con mi grupo orquestal, un matrimonio familiar que apadrinó este excelente profesional de Carabayllo. El contrato corría a cargo de los padres de la novia y me dio gusto su solicitud de ¡Dos horas más" a su cuenta. ¡Todo un caballero y goza de nuestras consideraciones y afecto! Para él y su familia, los parabienes que merece en el 2011. Un fuerte abrazo y ¡Gracias!.
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