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martes, 29 de marzo de 2011

PISTAS Y VEREDAS DETERIORADAS EN SANTA ISABEL. CAUSAS: LLUVIAS Y VECINOS.

Mi buen vecino.
Vamos camino a los 38 años que llegamos a la urbanización Santa Isabel de Carabayllo y se nos ocurre que existe un motivo casi doméstico el que origina el deterioro de las pistas y veredas de nuestras calles. Parece que nadie se ha dado cuenta que el exceso de limpieza o costumbres provincianas de mojar diariamente y a cada rato las pistas, son la causa de lo que comentamos. Una simple observación a quienes tienen esta manía, nos basta para corroborar nuestra tesis.

En efecto. Son vecinos a quienes les tengo mucho aprecio, muy trabajadores y que jamás se les ve inactivos. Desde que el Sol aparece, ya están en sus respectivas áreas con la manguera o simplemente con los baldes en plena faena. Hace 38 años que mojan sus pistas y veredas para luego pasar la escoba o simplemente allí queda esta acción. Justamente son quienes muestran un deterioro mayor en el frontis de sus viviendas. Y allí seguirán con su rutina, hasta que Dios decida lo contrario.

La explicación es muy sencilla. No son las escobas ni la "súper fuerza" de los aludidos la causa. Un poco de sentido común hizo que descubriera el por qué. ¿De qué materiales han sido construídas nuestras pistas y veredas? De cemento, arena y piedras. Las constructoras, a fin de abaratar los costos de las viviendas que ofrecen con gran publicidad, pareciera se ahorran algo, cuando no invierten en materiales lo realmente imprescindible. Los albañiles por otro lado, tampoco cumplen. Hay que "ahorrar" algo para el bolsillo.

Tiene imitadores.
Llegan las lluvias y además les agregamos a estos  vecinos que ni siquiera en invierno descansan y sus pistas y veredas empiezan a mostrar lo que explico. Aquel material malo no responde como debe ser y sucumbe con tanto barrido y el tiempo. Cuántas veces he pensado en las hermosas plantas y arbolitos que podrían crecer, si en vez de gastar este líquido elemento en el frío cemento, tuvieran un jardín donde saciar su manía de mojar las pistas y veredas. Eso es lo increíble. No tienen jardines.

Me creen en lo que estoy comentando? Y esto se repite en toda la urbanización y en todas partes. Cuántas veces tenemos que cambiar de ruta, cuando estos irresponsables e irrespetuosos vecinos aniegan su rededor obligándonos a circular por otro lado. Dejan charcos tremendos y no saben que con el correr de los años, según afirma un ingeniero amigo mío, socavarán las bases de sus casas. Es que el agua penetra y es la causa de que aparezcan los baches y se hundan los suelos. 

¡Agua!
Conclusión. ¿Es que estos vecinos no tienen un medidor que les marque el consumo excesivo de agua o no se dan cuenta que la causa del gran pago de los recibos se debe a lo que gastan? Cuántas veces oímos decir que SEDAPAL es abusiva. "No tenemos jardín y mire cómo nos cobran!". ¿Es verdad o no? Entonces, va a los "regadores" nuestro consejo: ¡ojalá cambien de manía! La empresa de agua y el Municipio debieran hacer campañas a nivel nacional, hoy que el agua corre peligro de desaparecer. Gracias.  

viernes, 4 de marzo de 2011

"4 de Marzo 2011". TRES AÑOS DESPUÉS DE MI OPERACIÓN AL COLON.

¡Gracias Hospital Sabogal!
Debí haber escrito esta nota ayer. La alegría de llevar a mis nietos al "colegio" (un nido), nos distrajo todo el día y el retorno a nuestro hogar, nos halló extenuados pero felices. Es que un 3 de Marzo de 2008, ingresamos por emergencia al Hospital Sabogal del Callao. Desde Enero de aquel año, gracias a mis queridos hijos y esposa, habíamos cumplido, de manera particular, las indicaciones del Dr. Claudio Zegarra Ames, amigo y vecino, y del Dr. Martín Mondragón, que nos ayudó en todas las gestiones para mi internamiento.

No puedo olvidar, luego de revisar todas las ecografías, tomografías y pruebas de laboratorio, la manera cómo nos sentenció Martín. "Tienes un tumor en el colon y hay que extirparlo ¡yá!". Soy un viejo asegurado que cotiza desde la década de 1950. Enfrentábamos por primera vez esta experiencia. Nuestra respuesta, tratándose de la salud, fue que sí. El 3 de Marzo, a las 8 a.m., luego de angustiosas gestiones y siempre ayudado por el Dr. Mondragón, ya éramos pacientes y teníamos operación de emergencia al día siguiente.

"El Redentor"
Había que estabilizar nuestra hemoglobina y gracias a los familiares y amigos donantes fue superada. Enemas y otras atenciones durante la noche, completaban el cuadro. Hora de la operación, las 11 de la mañana del 4 de Marzo 2008. Imagínense. Angustias de la familia y las propias del enfermo. Alientos y esperanzas. Rezos y ofrecimientos. Antes de enrumbar hacia el quirófano, los rostros de mi novia eterna y de mis hijos. Me hice el valiente y los besé. Luego, a cruzar los pasillos y a esperar la voluntad del Señor. Fue un "largo" viaje.

Ya en el lugar, previas mis invocaciones a todos mis muertos, los preparativos. Asistentes y rostros cubiertos. Algo así como para que no los identifique. Todas damas. Muy alegres, las chicas indagaban el por qué de mi palidez. No sabían de mi anemia. Les contesté, a modo de contentarlas: "Y... ¡el miedo!". Todas rieron. Una voz, la del Dr. Martín Colca Cahuana, indagaba a toda voz por la Tomografía. La tenía mi esposa. Llamada por parlantes y llegó. Se acrecentó la angustia y no recuerdo cuándo me dormí. Desperté y aquí estoy.

Mis nietos y "novia"
Lo cierto es que hoy celebro TRES AÑOS DE SUPERVIVENCIA. Han contribuído a mi restablecimiento la Dra, Patricia Pimentel Álvarez, destacada oncóloga del "Sabogal", a quien considero mi amiga y verdadera profesional que alienta a sus pacientes. A mi hogar. Una gran esposa y mejores hijos. A mi familia y amigos. Las oraciones de todos y que no merezco. A las Almas de mis muertos y a DIOS TODOPODEROSO. A Jesús y su Madre Santísima.  A los buenos empleados del Hospital Sabogal del Callao y a ESSALUD.

Finalmente, tengo el aliento de escribir en este medio cibernético. Gran terapia e importante para olvidarme de mi mal, sin descuidarlo y que surgió gracias al obsequio de su computadora por parte de Zoila Gabriela, mi hija. Otro motivo que me anima a vivir, son mis nietos, los mellizos Alejandra y Joaquín y "regalo" de Mercedes Castro y Juán Carlos Serván Bernales, mis otros hijos. Ir a verlos durante la semana y estar a su lado, me reconforta en grande. Acompáñenme y brindemos por este TERCER AÑO. ¡SALUD! Gracias.